Calle Procuradores

Hoy en día es una calle muy transitada donde hay muchos negocios y comercios especialmente agencias de viajes y restaurantes, en los últimos años ha tenido mala fama por gente de mal vivir que deambula especialmente en las noches y por que hay comercio ilegal de estupefacientes por lo que se ha convertido en una calle muy conocida.

En esta calle se encontraba la casa de los "Procuradores de la Real Audiencia del Cusco" en la época colonial, la tradición llamada Ruindad de Compadre hace mención de esa calle que desemboca en la plaza de la catedral.

Procuradores es una de día pero otra de noche aquí te cuento el porque:

La historia escondida de "Procu" como se le conoce en el Cusco está relacionada con el bajo mundo con los hippies y fumones que abundan en nuestra antigua ciudad (una de las consecuencias del creciente flujo del turismo), el mito urbano de los jaladores que ofrecen menús de pizzerías y comida peruana que andan por la calle haciendo dar vueltas a las cartas de los negocios plastificados ofreciendo estos servicios y mucho más, es bien conocido que son estos precisamente los que te ofrecerán además del menú drogas de todo tipo y al mejor precio de la ciudad, tanto los turistas como los locales lo saben y lo conocen pero nadie comenta más allá del tema (es más una realidad que un mito), al entrar al estrecho callejón lo primero que se nota son las fijas miradas, miradas de predador buscando a la presa, gente malhabida y delincuentes camuflados entre los negocios de venta de souvenirs, restaurantes, hospedajes y demás, siempre peligroso siempre Procu.

Un personaje muy conocido es el "Gato con Botas" un extraño y bizarro personaje de las noches de Procu que es un conocido consumidor y vendedor de estupefacientes con su poblado bigote y su escuálido cuerpo, se acerca tambaleante a las mesas de los parroquianos mostrando fotos de sus hijos con alguna gringa de sus tiempos de brichero pidiendo aveces dinero u ofreciendo aveces historias de su perturbada mente.