La casa del Marques de Valleumbroso

El marquesado de San Lorenzo de Valleumbroso es un título nobiliario español creado en 1687 por el Rey Carlos II de España a favor de Diego de Esquival y Jaraba, vecino del Cusco por los servicios prestados por sus antepasados en la conquista del Perú.

En 1540 Rodrigo de Esquivel parte de España para el nuevo mundo y se asienta en el Cuzco junto con los hermanos Gonzalo y Rodrigo Pizarro, comienza muy rápido a cosechar éxitos y puestos encargandose de la visita de Quispicanchis en 1554 y las de Acos, Acopia, Cangalla, Coscoja, Quillispata y Sangarará en 1556, llegando a se corregidor de Arequipa y justicia mayor del Cuzco en 1571 incluso llegó a ser regidor perpetuo en esta ciudad.

A su regreso a Sevilla se casa don Leonor Zuñiga y Cabrera decendiente de un apellido de la alta nobleza de Navarra, partirían luego al Cuzco para no volver a ver España nunca más y su linaje quedaría arraigado en el Perú. Rodrigo moriría en 1581 en el Cuzco, siendo rey Felipe II.

Rodrigo de Esquivel y Zuñiga, continuó engrandeciendo su patrimonio mandando construir en Lima la Casa de Pilatos sobre planos del jesuita Ruiz Portilla, su hijo Rodrigo de Esquivel y Cáceres fue investido como caballero de Santiago, casando con María Jaraba o Xaraba y Arnedo.

La Casa del Marques de Valleumbroso está  ubicada en la actual Calle Marques, llamada así por la mansión que fue casa del principal de los marqueses de San Lorenzo y Valleumbroso, título que fue dado a la familia Esquivel y Jarava propietaria de este inmueble desde 1560.

La familia Esquivel fueron grandes propietarios de bienes y haciendas y fueron la familia más rica de la ciudad desde mediados del Siglo XVII, esta riqueza se puede evidenciar en sus viviendas que son las más grandes y mejor construidas del Cusco barroco. 

Foto de Max Uhle 1895-1906

La portada principal es una fusión de arquitectura Inca e hispana dos cuerpos articulados por pilastras en distintos planos organizadas alrededor de un vano trapezoidal.

Foto de Max Uhle 1895-1906

En el siglo XVIII, la casa alcanzó su mayor extensión poseyendo dos patios lo cual se dice que era una condición excepcional en la ciudad, se dice que a su alrededor habían una "glorieta" con altillos, cinco tiendas, cuatro chicherías y una panadería que proporcionaban abundante renta al Cuarto Marqués de Valleumbroso, que fue Pedro José de Zavala Bravo de Rivero y Esquivel.

La historia republicana de la casona se debate entre las historias de la Casa Lomellini donde el acaudalado inmigrante Italiano Cesar de Luchi Lomellini poseía locales comerciales en esta casona muy recordada por los cusqueños de antaño funcionando desde inicios del siglo XX y llegando a se adquirida por el mismo en 1947, posteriormente paso a ser el local del SINAMOS durante el gobierno militar de Juan Velazco Alvarado, siendo en 1973 incendiada durante las protestas contra el régimen. Desde 1975 fue cedido como local para la Escuela de Bellas Artes del Cusco y en 1976 se produjo una muy criticada restauración.

Tres fotografías del interior